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distintos tipos de calzado ordenados en estantes

Cómo lavar las zapatillas

Global summary
Es probable que todos, hasta tus niños, tengamos un par de zapatillas regalonas.

Es probable que todos, hasta tus niños, tengamos un par de zapatillas regalonas. Que no se sacan nunca y que cada vez se ven más sucias y gastadas. No te preocupes, con un poco de OMO las podrás dejar, no sé si como nuevas, pero sí muy limpias y olorositas.

Las zapatillas son uno de los tipos de calzado más comunes, todos tenemos un par en casa. Incluso más, si te gusta el deporte o tus niños lo practican, pueden llegar a tener colección de zapatillas. Recuerda que las de tenis, no son las mismas que las de futbolito o las de running.

Además, los niños están dentro del grupo de personas que usan calzado deportivo de manera más frecuente.

Generalmente, las ocupamos para caminar, correr y hacer actividad deportiva, por lo que las zapatillas tienden a ensuciarse bastante, tanto por fuera, como por dentro. De hecho, varios fabricantes recomiendan lavarlas una vez al mes.

¿Cómo hacerlo? Hay varias formas, pero la más cómoda es usando la lavadora y un poco de OMO, aunque debes tener la precaución de hacerlo dentro de las mismas bolsitas donde se pone la ropa delicada, para que así no sufran con la fricción de la máquina y salgan intactas.

En caso de que no confíes en la lavadora para realizar esta función, te recomendamos hacerlo a mano, en una fuente con agua fría y un poco de OMO.

Lo primero, es sacarle los cordones y las plantillas. Una vez hecho esto, trata de remover el agua para que se forme espuma y deja remojando las zapatillas por una hora.

Luego, estrújalas y vuelve a meterlas en el agua. Repite este proceso un par de veces más. Bota el agua y vuelve a llenar la fuente con agua fría y detergente. Cepilla las zapatillas por dentro y por fuera con una escobilla para ropa delicada.

Enjuágalas repetidamente y reemplaza el agua tantas veces como sea necesario, hasta que ésta quede limpia, sin espuma, ni detergente.

Para secarlas, puedes ponerlas al sol, siempre y cuando sea otoño o invierno. Si está muy caluroso (verano o primavera), debes dejarlas a la sombra, ya que el sol tiende a resquebrajar las gomas y el cuero, y además ablanda los pegamentos.